sábado, 25 de junio de 2011

La Estrategia del Océano Azul es creada por W. Chan Kim y Reneé Mauborgne y es editado por la Escuela de Negocios de Harvard.

Imaginate dos tipos de océanos, el rojo y el azul, el océano rojo es rojo porque está teñido de sangre por la pelea tan grande que hay entre los peces unos comiéndose a los otros, así es como están los negocios muy competidos, todas las empresas se están haciendo pedazos con el precio, dando más y más a los clientes, abaratando los productos, reduciendo la utilidad y haciendo todo por destruir al competidor, ¿te suenan los anuncios de súper mercados unos contra los otros?; ahora imagínate un océano donde sólo unos cuantos peces están nadando o incluso donde sólo nada un pez, no tiene competencia, estas empresas están sin competidores, cobrando literalmente lo que quieren y con clientes peleando por sus productos o servicios, estoy seguro que quieres estar en ese Océano Azul, pero como llegar a él y dejar a un lado la pelea con los competidores la respuesta está en una sola palabra: CREATIVIDAD.

El ejemplo más representativo que utilizan los expertos en el tema es el Cirque du Soleil que como sabemos es un espectáculo Canadiense que tiene invadido al mundo, son extraordinarios, es mucha más caro que un Circo o una comedia musical y no tienen competencia. ¿Cómo lo lograron? “Fácil”, le dieron al público algo que nadie había ofrecido antes, ampliaron el mercado, no sólo está enfocado a los niños ahora sí lo disfrutan niños y adultos, una calidad extraordinaria y una variedad de espectáculos que nadie puede hacerles competencia.

En el Cirque du Soleil tienen departamentos de mantenimiento, entrenadores, ingeniería, ventas, diseño de vestuario, costura, etc. Algo interesante es que mantienen la misma calidad en todo el mundo y una estrategia que tienen es mandar a sus artistas a ver espectáculos a otras partes del mundo pero 100% como espectadores, comprando su boleto a la entrada, entrando junto con el público y disfrutando el espectáculo del otro lado del escenario.

De las cosas más notables de la estrategia del Océano Azul es la propuesta de ampliar el mercado, ¿a quién más le puedes vender tu producto?, ¿qué empresas podrían ser tus clientes?, ¿para qué otra cosa se pueden usar tus productos?, te sorprenderá la creatividad que tienes Tu mismo, tu equipo de trabajo, tus empleados y tus clientes.

Recuerdas la brillantina que usaban los abuelos en el pelo, te sorprenderá saber que se sigue vendiendo muchísimo y te sorprenderá más que se consume principalmente en talleres de bicicletas para engrasar las cadenas, aunque la brillantina está lejos de ser un océano azul el ejemplo simplemente es para darnos cuenta de que a veces no nos imaginamos los usos de nuestros mismos productos y servicios

Pymes. Directivos Capacitados

La administración es un asunto serio, sin importar el tamaño o giro de una empresa”, señala enfático Jack Duncan, quien es uno de los principales estudiosos y teóricos de la administración moderna, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de Alabama en Birmingham, y añade: “La seriedad de la empresa se demuestra por la manera en que las decisiones que toman las personas encargadas de dirigir las organizaciones grandes y pequeñas afectan nuestro mundo, nuestra nación, nuestras ciudades y nuestra existencia”. El Dr. Duncan, también experto en dirección estratégica, concluye: “Cuando los directivos o gerentes de una empresa toman buenas decisiones (o corren con suerte como algunos creen) se protege el ambiente, se crean empleos, las utilidades aumentan considerablemente, y los trabajadores se sienten satisfechos con su trabajo y sus salarios”. “En cambio, dice Duncan, cuando los gerentes toman decisiones incorrectas, o no tienen suerte (como otros piensan), se afecta el ambiente, ocurren los recortes de personal para disminuir el tamaño de las empresas, las utilidades disminuyen, los empleados están desmotivados, y se presentan huelgas de trabajadores”. En efecto, la administración es un asunto serio.

La PyME de hoy ya no admite improvisación en su gestión. Si lo que se pretende es crecer, competir y tener la ambición de participar en mercados internacionales, el camino es desarrollar capacidades directivas que otorguen un valor agregado y dotar de “armas de combate” al directivo para innovar y descubrir nuevos horizontes de negocios. No hay mejor camino para optimizar el desempeño de una PyME que la capacitación. Un directivo capacitado que tenga herramientas para tomar decisiones acertadas en el momento preciso, es un directivo con pleno potencial para llevar a su empresa al éxito.